Es imposible que en este mundo no enfrentemos situaciones que nos causen ira.
¿cómo enfrentarla?
1. Enfocate en el problema no en la persona que consideras causante del lío.
2. Dirige tu energía hacia soluciones, no busques que te pidan perdón. (Si viene amèn, sino amén también).
3. Ora por quien te hace mal, ningún hermano o hermana es nuestro enemigo. El enemigo es el diablo y quiere ponernos uno contra el otro.
4. Cálmate. Respira profundamente. Jesús también vivió momentos así, por eso con frecuencia se retiraba a orar.
5. Recuerda que si alguien te ataca no es de parte de Dios. (Is 54,15) Dios es muy bueno como para enviarnos males, esto no quiere decir que los males que 'el ladrón' logre hacernos pueda Dios usarlos para bien nuestro.
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